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Mostrando entradas de agosto, 2022
  Hace unos años leí en la revista del Colegio de Pilotos qué ocurrió y cómo sucedió la muerte de Antoine de Saint Exupéry, como sabéis fue abatido en su avión por un caza alemán, cerca de las costas francesas, coincidiendo incluso en su día de aniversario.   Varias son las razones que me hacen sentir una admiración y simpatía por él. Mi pasión por el vuelo, seguida muy cerca por mi afición a escribir… pero creo que lo que más nos une es ese espíritu juvenil por descubrir, cada día, la nueva iluminación del sol; cómo sobre la tierra se construyen sombras chinescas que adquieren multitud de formas diferentes de un mismo objeto…que lo hace distinto cada día, cada hora según el camino y situación del sol.   Por eso hoy, escuchando el relato que hace su madre del día de su muerte…puedo asegurar que Antoine (el nombre también nos une) era feliz. La madre relata: “ Se toma un café, muy caliente, y sale. Se oye el zumbido del despegue. Ha salido en viaje de reconocimiento por el Med
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Sentir el aire acariciando el rostro... en un suspiro prolongado mientras mi pensamiento vuela siempre en busca de ti... Dejar que mi voz se confunda con un grito arrullado por el viento que pronuncia tu nombre bebido por mi alma.... Trasgredir la ley de la gravedad apoyado en la nada.... y alcanzar el cielo  reflejado en tu mirada.... Las dos maravillas que me dejan ser libre... volar y tú.... 
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  Verdugo inexorable María Callas - Casta Diva (Ópera Norma de Bellini)  El tiempo, verdugo inexorable que orada juventud, frunce la piel, alimenta la mente de recuerdos y cambia vida…por muerte   ¡Cruel te muestras con aquellos que acumulan mucho de ti!   Primero te muestras futuro, disfrazas tu imagen de sueños, deslumbras a tu “pieza” con ideales, te pintas de eternidad, y la empujas sin piedad, a una carrera mortal.   Con sonrisa sarcástica, seguro de tu engaño, arrancas calendarios; el próximo año será presente, pero en ese estado no existes, eres…. instante.   Después tiñes el pelo de canas, escondes tu segundo final, y sin detener tu paso, nos haces mirar atrás: ¡Te recreas siendo pasado!   Y sin compasión abandonas cuerpos en fosas, y como cualquier cosa, caminas sin perdón, devorando naturaleza y humanidad.   Pero no contabas con esto, ni siquiera tu dictadura, eliminará la esencia, grabada ya en

¡Segundos fuera!

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Luciano Pavarotti canta "Nessun dorma" de Turandot (Concierto de los Tres Tenores en 1994)      La torre próxima de la iglesia, como el gong inquietante e inflexible que anuncia el inmediato asalto a un boxeador que va perdiendo a los puntos, va desgranando, con sus toques el anuncio inquebrantable del tiempo, aumentado por el altavoz del silencio.       En el caso del boxeador, todavía tiene la esperanza de, en los asaltos que puedan quedar, un golpe de suerte arroje a la lona a su oponente, pero esa esperanza desaparece cuando es el tiempo el que marca el ritmo de sus campanadas, ¡sólo queda sentirse bien entre campanada y campanada, sabiendo que tenemos perdido el combate, pero no nos podrá arrebatar las vivencias acumuladas mientras dura! En cada una de ellas, se acumula la esencia de nuestra vida y también de quienes comparten con nosotros esos momentos.       Es conocido que la memoria del ser humano es mas bien frágil y, en su limitada capacidad, procura almacenar sólo